En cualquier idioma

Como podéis leer en el corazón, en cualquier idioma podemos manifestar el hermoso sentimiento del amor. No creáis que el diario vino así, esta es una impresión que me hizo mi hija en papel periódico, para que estuviera de acuerdo al día representado, os gusta ?

La superficie craquelada donde tomé la foto es natural de un banco que hay en las orillas del río Ebro.

Las tiritas van dobles, la marroncita sobre una de su mismo color y la roja y la azul sobre blanco, son mas largas que el trozo de cartulina que formará la parte de posterior porque están pegadas detrás de éste. Le paso la rodaja para que las tiras doblen sin arrugarse.

Este cordoncito se pega debajo del corazón justo donde queda la tira marrón y así no se ve en el frente de la tarjeta, con el la anudaremos haciendo un lacito para que no se abra. Las puntadas solo van en el trozo de cartulina roja, son de adorno.

Un corazón grande, con puntitos repujados cierra la parte trasera como adorno posterior.

De esta manera pasamos el cordón y lo aseguramos por delante con un lacito flojo, fácil de desatar. Tenéis aquí otra idea para San Valentín, que os ofrezco con mucho gusto.

Un mar de corazones

Llega el momento del amor, sentimientos, demostraciones, regalos y como no sus complementos; pues aqui tenemos un libro que es un obsequio fantástico y su inseparable marcapáginas, el cual sirve ademas como elemento decorativo en el regalo.

Si os fijáis, estamos utilizando material sobrante de otros trabajos, pues nos quedan muchas titirtas por ahi y esta es una magnífica oportunidad de aprovecharlas.

Aqui tenemos algo personalizado, sin faltar el toque romántico de los corazoncitos, los cuales son dos troquelados de lámina plástica que he puesto para sujetar la argolla, mas abajo os digo de donde saqué el trozo de plástico porque es un reciclaje que me pareció muy útil, ya que casi siempre lo tiramos. Para colocar estas tiras horizontales y en diagonal, os sugiero que las peguéis rectas y luego las cortéis todas y así será mas fácil, que pegarlas una a una con la medida precisa.

Lo que sujeta la argolla es otra porción del plástico reciclado.

Como os decía inicialmente partimos empleando sobrantes que siempre tenemos a mano de trabajos anteriores, corazones troquelados de varios tamaños y otros mas grandes recortados manualmente. Todas las tiritas y los corazones se colocan dobles para darle mas firmeza al marcapáginas.

Esta es la lámina de plástico reciclada, aquella en la que vienen sujetos los pendientes y demas accesorios de bisutería. La he recortado a una medida apropiada, de acuerdo al tamaño del marcapáginas, haciéndola mas estrecha en su parte superior para pasar la argolla. Con la troqueladora le hice los corazoncitos, ya que con un troquel corriente se hace mas difícil por la dureza del plástico.

Para pegarla empleé cola de contacto o pegante del usado en zapatería, se adhiere muy bien en la cartulina.

En algunos como es el caso de este el primer corazón tiene repujados unos puntitos para dar mas realce a la sobreposición.

Mirad que bien luce este pedazo de cartulina: mide 4cm y con la ayuda del troquel esquinero que véis aquí abajo, le he decorado las dos puntas creando esta presentación final tan agradable, ya que parece el efecto de una sola troquelada, pero no, cada esquina se ha hecho independiente de la otra.

Las tiritas pueden sobreponerse, dejando un margencito de 1 o 2 mm y dejan un encanto especial, es algo pequeño pero agradable a la vista. Tambien aqui observamos el corazón con sus puntitos repujados.

Como siempre, os dejo estas muestras para que disfrutéis con ellas empleándolas de la mejor manera, o que al menos os sirvan de inspiración para otros trabajos. Espero que hayáis empezado este año con gran energía y que sigáis con ella todo el tiempo.